Es aconsejable no caminar solo.
En caso de emergencia, puede ser de gran ayuda haber informado de dónde y cuándo se está realizando la excursión y a qué hora se tiene previsto regresar.
En caso de tiempo lluvioso o que amenace lluvia, no se debe emprender una excusión. El peligro de mojarse o de resbalar es lo de menos. El peligro más importante es el desprendimiento de piedras provocado fundamentalmente por lluvias intensas y prolongadas. Además los barrancos secos pueden transformarse rápidamente en aguas torrenciales que arrastran todo lo que encuentran a su paso. Si el grupo fuese sorprendido por lluvias intensas, debe alejarse de los acantilados y de las rocas y refugiarse en cuevas que existen en abundancia por estos lares.
Especialmente no se debe caminar al oscurecer y menos por la noche sobre todo en un terreno poco accesible y desconocido. Hay que tener en cuenta que el tiempo posterior a la puesta de sol es más corto en Tenerife que en el norte de Europa. Es recomendable comenzar por la mañana temprano para tener un tiempo de reserva al final del día. Se debe averiguar con antelación la hora de la puesta de sol y llevar un reloj a mano.
En el verano pueden ser agotadoras por el calor las subidas a montañas desarboladas. En los trayectos, debemos pensar que por las mañanas, la costa norte del macizo de Anaga está en sombra.
Debemos evitar el abandono de los caminos principales o de los caminos conocidos. Acortar caminos, a veces puede resultar fatal, porque con frecuencia podemos llegar a sitios intransitables donde peligran las caídas. A menudo, una vez perdidos, el regreso es imposible. Podemos entrar así en un callejón sin salida y, dada la pendiente del terreno, será difícil regresar. En caso de perderse, primero mantener la calma y con precaución intentar volver a un punto conocido. Hay que saber que en muchas partes del macizo de Anaga no se ven señales ni gente.
Bañarse en la costa norte es especialmente peligroso, aunque sea naturalmente atrayente. La mayoría de las playas son de guijarros, no siendo recomendable el baño. Las únicas playas que, dependiendo de la época del año, muestran grandes partes de arena están en la zona de Taganana (Benijo). En invierno sobre todo hay mareas fuertes con corrientes muy peligrosas. Si se baña, debería tener cuidado y en ningún caso adentrarse en el mar más allá de donde ya no hace pie, y aún así pueden venir grandes olas de forma imprevista, capaces de arrastrarnos mar adentro. Las playas en la costa Sur de Anaga (Las Gaviotas, Antequera) son menos peligrosas cuando el tiempo está en calma.
Acercarse al agua en una costa rocosa o en una playa con piedras es peligroso. Pueden llegar grandes olas que no nos permitan alejarnos rápidamente por la existencia de dichas piedras. Mojarse es lo de menos. Las olas pueden empujarnos con gran ímpetu contra las rocas o piedras y quedar así heridos.
No hay animales peligrosos ni plantas que pongan en peligro la vida de las personas. Debemos tener precaución de posibles picaduras de insectos, y de la existencia de grupos de cazadores los domingos y días festivos en los meses de agosto, septiembre y octubre.
Sólo se deberían encender fuegos en los sitios acondicionados para ello por los organismos públicos. En ciertas partes de Anaga existe peligro de incendio, especialmente en verano.
Recomendaciones para vestir: zapatos fuertes y cómodos para caminar o deportivos antideslizantes. En el invierno, mínimo una chaqueta para la lluvia y vestimenta más abrigada para regiones altas con niebla. Aparte, otra camiseta por si fuera necesario hacer un cambio. Quien lo necesite, un sombrero para el sol.
Otras cosa útiles para la mochila: crema para el sol, botella de mínimo 1 litro y medio de agua, un mapa / itinerario de la excursión, información de horarios de TITSA, reloj, dinero, tiritas para llagas o heridas pequeñas, toalla / bañador, comida. Los propietarios de móviles tienen que saber que grandes zonas de Anaga no tienen cobertura.